Por: Ana María Vázquez

El sector salud es esencial para el funcionamiento de toda sociedad, su contribución en el bienestar de las personas es invaluable. Sin embargo, no siempre se considera que la infraestructura médica consume grandes cantidades de energía y tiene un impacto ambiental considerable. Por esta razón existe una enorme necesidad por transitar hacia hospitales inteligentes que permitan una mayor eficiencia operacional, con un enfoque sustentable.

Algunos de los beneficios que conlleva tener centros de salud más inteligentes o del futuro, de acuerdo con la organización Panamericana de la Salud (OPS) en seguridad: protección de la vida y bienestar tanto de pacientes y trabajadores de la salud, en cuanto a la reducción de riesgos: cuidado de la infraestructura y los equipos hospitalarios, en la resiliencia: continuidad del servicio ante situaciones de emergencia, ya sea por algún desastre natural o social, factor ahorro: eficiencia en el uso de los recursos económicos y humanos para optimizar tiempo y dinero en mantenimientos o reparaciones, en la sustentabilidad: menor impacto medioambiental al evitar el desperdicio de energía y mejorar el uso de recursos naturales.

Se debe recordar que las instalaciones médicas tienen un consumo elevado de energía pues operan las 24 horas, los 365 días del año, lo que significa una iluminación continua de equipos, dispositivos y aparatos conectados todo el tiempo. Por ello, se aspira a un manejo más eficiente de la energía para asegurar tanto su funcionamiento correcto, como una experiencia satisfactoria para los pacientes.

Puede parecer un reto por la inversión que implica pero, actualmente, existen opciones accesibles que se adaptan a las necesidades y condiciones del sector salud, como las soluciones del Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) de EcoStruxure de Schneider Electric, líder global en la transformación digital de la gestión y automatización de la energía. Estas soluciones están diseñadas para apoyar a hospitales, clínicas y laboratorios a tener una infraestructura energética confiable con un enfoque centrado en las personas pues se abre la oportunidad a un diagnóstico más certero, lo cual equivale a la posibilidad de salvar más vidas. Por ello, es evidente que ya no se puede hablar de hospitales del futuro como un plan a largo plazo, porque en materia de salud, la acción no puede esperar.

“Es claro que la tecnología permite un abanico de posibilidades de mejora en múltiples sectores y la salud no es la excepción, sin embargo, más allá de enfocar las soluciones a la excelencia operativa de las instalaciones de asistencia médica en materia energética, creemos que es esencial centrar los esfuerzos en lograr la seguridad y la satisfacción de pacientes y profesionales de la salud, pues estamos convencidos de que un entorno seguro es vital para su bienestar, al tiempo que mantenemos nuestro característico enfoque en sustentabilidad”, señaló Arturo Granados, director de la unidad Digital Energy para Schneider Electric México y Centroamérica.