Una empresa mexicana con visión industrial, liderazgo familiar y un compromiso inquebrantable con la calidad
En un país donde pocas empresas logran cruzar el umbral de las décadas, LJ Iluminación celebra con orgullo sus 40 años de historia. Fundada en 1985 por Luis Gilbert González, su director general, esta compañía mexicana ha sido protagonista silenciosa pero determinante del progreso en múltiples sectores clave: residencial, industrial, comercial y arquitectónico. Desde sus inicios, ha mantenido un propósito claro: fabricar luminarios de calidad con soluciones funcionales, accesibles y duraderas.
“Desde joven tenía claro que quería crear industria”, comenta Luis Gilbert. Años antes de la fundación formal de la empresa, su experiencia en un grupo empresarial del sector eléctrico le reveló una verdad evidente: la luz está en todas partes, pero la calidad y funcionalidad de los luminarios no estaban a la altura de la necesidad.
Así nació LJ Iluminación, el 26 de agosto de 1985, en plena Ciudad de México. Su primer gran acierto técnico y comercial fue el JR60, un luminario diseñado para resolver una deficiencia común en los hogares mexicanos: la inestabilidad y el alto costo de las lámparas R30. Con una estructura fija y adaptable a la tradicional lámpara A19 (la popular “perita”), el JR60 no solo fue una innovación funcional, sino también un parteaguas en el mercado residencial. “Ese modelo fue nuestro primer éxito, y aún lo fabricamos. Es parte de nuestra identidad”, recuerda Luis Gilbert.
A diferencia de muchas empresas del sector que optaron por importar desde el inicio, LJ Iluminación nació como fabricante. Su planta original —un pequeño taller con apenas seis personas— creció gracias a un modelo de negocio centrado en la calidad, la durabilidad y el diseño. Hoy, la empresa opera con estándares internacionales, cuenta con certificaciones NOM, ANCE, ISO 9001:2015 y registros internacionales en todos sus productos.
Su apuesta por la manufactura local ha sido clave para adaptarse con agilidad a los cambios tecnológicos. Desde los días de la incandescencia y la fluorescencia, hasta la adopción total de tecnología LED, la compañía ha evolucionado no solo en procesos, sino también en conocimientos. “Capacitarse constantemente y mantenerse al día con desarrollos globales ha sido parte fundamental de nuestra filosofía”, afirma Luis Gilbert.
Uno de los valores que distingue a LJ Iluminación es su cultura de servicio y compromiso humano. Más allá del producto, la empresa ha construido un ecosistema de trabajo donde el cliente es el centro, y el personal —particularmente el femenino, que representa más del 60% de la plantilla— es valorado como actor esencial del éxito.
“La gente que trabaja aquí no solo fabrica luminarios, crea experiencias, soluciones y relaciones. Muchos se han jubilado con nosotros; otros siguen después de décadas. Eso habla de una empresa que trasciende generaciones”, expresa con orgullo.
Un modelo comercial directo y exitoso
Desde 1992, LJ Iluminación adoptó un modelo de venta directa, eliminando intermediarios y fortaleciendo la relación con el cliente final. Este enfoque ha llevado a la marca a posicionarse firmemente en el sector privado, atendiendo proyectos de gran escala en autoservicios, oficinas, desarrollos inmobiliarios, hoteles y centros comerciales.
La empresa también ha dejado huella a nivel internacional, participando en proyectos como el Metro y el Aeropuerto de Panamá, el Aeropuerto de Varadero en Cuba y múltiples desarrollos en Centroamérica y el Caribe.
Hoy, el liderazgo de la segunda generación está ya en marcha. Pablo Gilbert, hijo del fundador, es Director Comercial, y la tercera generación comienza a prepararse con estudios en ingeniería. “Hemos tenido ofertas de compra, pero hemos decidido seguir siendo una empresa familiar, independiente y orgullosamente mexicana”, asegura Luis Gilbert.
Y aunque este aniversario podría haberse celebrado con un gran evento, la filosofía de la empresa es distinta: “Nosotros celebramos todos los días. El compromiso con la excelencia, la innovación y el cliente no es algo que se festeje una vez al año: es parte del día a día.”
LJ Iluminación representa lo que muchos empresarios, distribuidores, ferreteros, contratistas y desarrolladores valoran profundamente: compromiso real con la industria, calidad comprobada, liderazgo ético y visión de largo plazo.
“LJ es mi vida”, concluye Luis Gilbert. “Pero no es solo mi historia. Es la historia de un equipo, de nuestros clientes y de todos los que han confiado en nosotros durante estas cuatro décadas. A ellos, nuestro más profundo agradecimiento.”
Por: Myrna Iglesias Rodríguez